Legalizacion

Algunos datos  sobre el cannabis:
La humanidad viene usando la marihuana desde hace 6000 años, para relajar tensiones y por sus virtudes medicinales. No se conoce ningún caso en la historia médica de muerte atribuida al cannabis, mientras que en el mundo mueren cada año unas 5 millones de  personas debido al tabaco y 3 millones personas debido al alcohol; drogas legales ambas.
Está demostrada la utilidad de la marihuana, ingerida o fumada, para aliviar determinadas dolencias: nauseas asociadas a la quimioterapia, dolores por esclerosis múltiple, glaucoma, etc.

El cannabis no provoca dependencia física no presentando sus usuarios, al interrumpir su uso, ningún tipo de síndrome abstinencial aun cuando se haya consumido habitualmente.
La marihuana se clasifica entre las sustancias con menor potencial de crear dependencia, por debajo incluso que la cafeína.
Los grandes informes encargados por los gobiernos de Inglaterra, EE.UU., Canadá, etc., han constatado sus mínimos riesgos, lo peligroso y contraproducente que resulta criminalizar a los usuarios y han recomendado despenalizar o legalizar su uso.

La prohibición del cannabis
  • es ineficaz, pues no consigue sus propósitos de detener el consumo.
  • es dañina, pues añade problemas a los que pretendía resolver y criminaliza a los usuarios.
  • es absurda: sólo un experimento social fracasado que perdura por inercia histórica, sin que pueda sostenerse desde ninguna base científica.
 

 ¿Debemos encarcelar o perseguir policialmente a quienes producen, venden o consumen cannabis?                       tenemos derecho de eleccion
Aun asumiendo la posible existencia de riesgos en su consumo, ¿justifican éstos el uso de la policía, el ejército, la justicia y la cárcel para evitarlos? ¿No sería más razonable regular que prohibir?
                                           no se justifica, seria mas razonable regular         
 ¿Cuáles son los efectos colaterales de la prohibición por lo que respecta a la salud, los derechos civiles, la corrupción del aparato estatal, etc.?
 
 NARCOTRAFICO con todos sus derivados

¿El cannabis es inofensivo o peligroso?.
 Cómo en muchas otras facetas de la vida, se trata de conocer y manejar los riesgos.
 Es esta una de las trampas más utilizada por los prohibicionistas: centrar la discusión en potenciales riesgos sanitarios, psicológicos, etc., como si la causa de la prohibición fuera sanitaria y no moral.
 
Los males de la prohibición.
 Tiene que quedar claro, no sólo que la prohibición es injusta e inefectiva, sino que, además, tiene enormes costes y genera enormes problemas. La siguiente es una pequeña lista de ellos:
 Adulteraciones. La legalización permitiría conocer exactamente qué se consume, de qué calidad es, y evitar los adulterantes que contiene el hachís procedente del mercado negro. Este es un ejemplo de como la prohibición atenta contra la salud pública que dice defender.
 Dificultad de acceso de los enfermos La prohibición provoca que Un producto usado en medicina desde hace miles de años, y de reconocida utilidad para enfermos de cáncer, SIDA o esclerosis múltiple, quede restringido al mercado negro con los riesgos que eso conlleva.
 Mezcla de mercados Al unificarse en un mismo mercado negro todo tipo de tráfico de drogas, se propicia el paso del consumo de marihuana a sustancias de más riesgo. Se cumple así la teoría de la escalada que se pretendía evitar.

Narcotráfico. La legalización, única manera de acabar con él, quitaría dinero y poder de las manos de las mafias y del crimen organizado que ahora explotan el negocio de las drogas justamente porque es ilegal.

Corrupción de los estados. Los enormes intereses económicos generados por la situación de ilegalidad, corrompen e implican con facilidad a los mismos aparatos estatales que deberían, teóricamente, luchar contra el narcotráfico.
Atentados contra los derechos civiles. Registros y detenciones sin autorización; intromisión en los domicilios privados; conculcación de los derechos individuales.

Cárcel . Algunos sólo meterían a quien comercia con grandes cantidades, otros a quien planta una maceta o, sencillamente, a quien se fuma un porro. Recordar los efectos reales, dramáticos, que tiene esta política en miles de personas. .
Los riesgos
 No hay que defender que el uso de cannabis esté libre de riesgos.
 De lo que se trata es de exponer que no hay actividad humana libre de riesgos y mostrar cómo los asociados al cannabis son muy inferiores a cualquiera de los que la sociedad asume normalmente como perfectamente aceptables. En particular, los riesgos asociados al cannabis son ridículos comparados con los del alcohol o el tabaco.
El ejemplo holandés
 Podemos especular sin límite sobre los efectos sociales que tendría una supuesta legalización que permitiera comprar y consumir marihuana a cualquier adulto, pero en este caso la especulación el ejemplo holandés nos muestra, tras veinticinco años de práctica, los efectos reales de dicha legalización. En Holanda la venta de cannabis está legalizada ‘de facto’ desde hace veinticinco años. Pues bien: ni los índices de consumo se han disparado (siendo, de hecho, inferiores a los de países como Francia o EE.UU. donde las políticas son muy represivas al respecto), ni se ha producido ningún problema para la salud pública o la sociedad, como el propio gobierno holandés ha reconocido recientemente.
Además, al separar los mercados de drogas blandas y drogas duras, han conseguido un descenso del numero de usuarios de estas últimas.
 EEUU, por ejemplo, triplica el numero de adictos a la cocaina y heroina de Holanda 
 Por otra parte, los usuarios pueden disponer de un producto de mayor calidad y sin adulterantes.
 El autocultivo como alternativa provisional a la prohibición.
El autocultivo permite a los usuarios autoabastecerse sin tener que depender de las redes de tráfico de mota que enriquecen a las mafias y a las redes de corrupción estatales. También posibilita disponer de un producto sin adulterar, de mayor calidad y con menores riesgos para la salud.
El uso medicinal de la marihuana
 Que la marihuana tenga una utilidad reconocida para aliviar los síntomas asociados a determinadas enfermedades, no es en si mismo un argumento para legalizar su uso, recreativo.
Pero las repercusiones que la prohibición tiene en los enfermos si que sirven para exponer el absurdo cruel en que se fundamente la persecución del cannabis. Miles de pacientes en todo el mundo se ven condenados a tener que buscar en el mercado negro una sustancia que les ayuda a sobrellevar sus enfermedades y a ser criminalizados por ello, curiosamente en nombre de la Salud Pública.

Conozcamos las razones (o sinrazones) de los adversarios.
MITO : El consumo de cannabis tiene asociados graves problemas de salud.
 Los grandes informes sobre el cannabis, la experiencia de millones de consumidores y el ejemplo holandés, desmienten eso. Los riesgos son menores y en ningún caso justifican los métodos represivos actuales.
MITO : El cannabis propicia la escalada a drogas más fuertes.
La experiencia holandesa desmiente este hecho. Por otra parte, lo que sí favorece la escalada es la desinformación, el tratamiento de todas las drogas por igual y la ilegalización, que crea un mercado negro único para muchas de las drogas prohibidas.
MITO :Síndrome amotivacional 
 Ninguna base científica. Los estudios antropológicos lo desmienten y los ejemplos aducidos normalmente no demuestran ninguna relación de causa-efecto.

 MITO :Serían más peligrosas las calles y las carreteras
La supuesta peligrosidad iría, en cualquier caso, asociada a los índices de consumo, no a su situación de legalidad o ilegalidad. Ya hemos comentado que la experiencia demuestra que la legalización no conlleva un incremento notable del consumo ni, a su vez, la prohibición equivale (todo lo contrario) a una reducción del uso.  Por otra parte, estudios sobre conducción y cannabis encargados por las autoridades de tráfico de Australia, Gran Bretaña o Francia, entre otros, muestran que no hay relación entre el consumo y la siniestralidad y que, de hecho, los conductores que han fumado cannabis se muestran más prudentes en la conducción.

 MITO :Con las drogas legales ya es suficiente.

La principal falacia de este argumento es que, como se ha visto, prohibir una droga no implica que desaparezca o que deje de usarse, sino que se generan problemas nuevos que antes no existían. Cuando se intentó prohibir el alcohol, durante la Ley Seca, también resultó peor el remedio que la enfermedad.


MITO :No hay que evadirse de la realidad y para divertirse no hacen falta drogas.

Discutir sobre si es necesario o no el uso de cannabis es una perdida de tiempo. Por supuesto que nadie necesita fumar marihuana, cómo nadie necesita ver la tele, ir al fútbol o escuchar a Bach. Se trata, pura y simplemente, de una cuestión de libre elección. Para defender su legalización ni siquiera es necesario consumirla. No se trata de que nos guste o no lo que alguien toma o deja de tomar, sino de defender su derecho a hacerlo sin intromisiones inútiles y crueles del estado.

  
MITO :El consumo aumentaría inevitablemente.
Falso. La experiencia holandesa lo desmiente. Además, la prohibición incrementa la atracción de los sectores más jóvenes. En cualquier caso, si aumentaría con la legalización es especular, que con la prohibición aumenta es un hecho.


MITO :El cannabis provoca dependencia.
 No existe dependencia fisiológica por consumo de cannabis.
 Por lo que respecta a la potencial dependencia psicológica, hay que poner en cuestión el concepto en sí. ¿A qué nos referimos? Cualquier actividad que nos guste o resulte placentera generará un vinculo psicológico: sea el sexo, el fútbol o la fiesta, lo cierto es que cuando algo agrada se tiende a repetirlo.
 Pero la experiencia demuestra, y todos los grandes estudios lo avalan, que la inmensa mayoría de usuarios usan de la marihuana de manera no compulsiva, y, en muchísimos casos de forma discontinua y esporádica.

Todos los estudios sitúan el potencial adictivo del cannabis muy por debajo del alcohol, el tabaco o incluso el café

 MITO :Tenemos que proteger a los niños y a los jóvenes.

No es una buena ayuda dejar en manos del mercado negro los controles de adulteración y de pureza.

 Asimismo, en una situación de prohibición, son los más jóvenes quienes tienen más fácil acceso a lo prohibido, según muestran todas las encuestas.